Descripción
Tener orejas grandes, ser alto o bajo, flaco o gordo… Cualquier característica puede ser motivo de burla entre los niños. El mensaje que transmite este relato es que debemos convertir en positivo, aquello que para otros no lo es tanto. Porque las características que nos diferencian hay que ponerlas en valor para que nos distingan como seres especiales y únicos. Reconocer, e incluso reivindicar la diferencia, nos hace fuertes, aceptándonos como somos y reforzando nuestra personalidad.
La figura materna destaca como referente vital de la protagonista, que contesta a cada comentario de los niños siguiendo las indicaciones de su madre: lo que para otros sea un defecto, para Mara es una virtud de la que los demás carecen.
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